TODO SUBE
La inflación la reconocemos más facilmente por su efecto principal: "Las cosas cuestan más".
La realidad no es que las cosas cuesten más, sino que el dinero vale menos. Al valer menos, necesitamos más para poder comprar lo mismo. Cuando decimos que el dinero se devalúa, por lo general entendemos que vale menos en relación a otras monedas, y en México la moneda de referencia es el dólar estadounidense.
Al devaluarse el peso, necesitamos más de éstos para comprar otras divisas. La devaluación de la moneda en relación a los productos y servicios que compramos en nuestro país la llamamos inflación.
Lo anterior quiere decir que la devaluación de la moneda hace que las cosas cuesten más, (lo que llamamos inflación), y que nuestra moneda valga menos en relación a otras divisas.
¿ENTONCES QUE ES INFLACION?
Como mencionamos anteriormente, que las cosas cuesten más, es uno de los efectos de la inflación. Técnicamente inflación es el hecho de aumentar la moneda en circulación en un modo mayor que la cantidad de productos y servicios que el país produce.
Lo anterior resulta que aunque haya más dinero en circulación, como los productos y servicios disponibles no aumentaron en la misma proporción, éstos suben de precio. Para los productores y fabricantes los precios de los insumos, materias primas, salarios también suben de precio. Muchos productos tienen componentes extranjeros, y como nuestra moneda vale menos que las divisas extranjeras, resulta más caro importarlos. Los trabajadores exigen salarios más altos, pues el que tenían ya no alcanza para comprar lo mismo. A final de cuentas se crea un círculo vicioso en donde "todo aumenta porque todo aumenta".
En un gran número de países, a lo largo de la historia, se han presentado casos extemos de inflación. Casos en donde el círculo vicioso se convierte en una espiral que no deja de crecer y llega a níveles ridículamente altos.
Lo que costaba antes diez dólares, o diez marcos alemanes, o diez bolívares venezolanos, cuesta millones de esas mismas monedas. En algunos casos como en Francia, Brasil, México, Venezuela, Zimbawe o Cuba, las autoridades cambian el nombre de la moneda y emiten nuevas con mayores denominaciones. El pretexto es que lo hacen para facilitar el intercambio comercial, pues es más facil hablar de decenas de pesos, que de millones de pesos.
Recordemos que en nuestro País, en 1994 se creó el nuevo peso. Se le quitaron tres ceros a la moneda, así que los que en Diciembre de 1993 costaba 10,000 pesos, en Enero de 1994 costaba 10. Pero la realidad es que valían lo mismo.
Tiempo después se le quitó el nombre de "nuevo" al peso, y se volvió de nuevo a denominarse peso. En términos sicológicos sirve para que la gente crea o sienta que las cosas no están tan mal. Es una forma de ocultar la realidad. Como los gobiernos son quienes controlan la emisión del dinero, disfrazan la realidad eocnómica manipulando las denominaciones númericas y nombres de éste, al final la gente se confunde y se olvida.
Como dijimos anteriormente, la Inflación es un aumento de dinero proporcionalmente mayor al aumento de productos y servicios que se producen.
Pasa saber el porque, primero sepamos el quien. Son los bancos centrales los encargados de emitir la moneda de un país. Por tanto son éstos los causantes de emitir más dinero del que debería de emitirse.
¿Por qué lo hacen? La respuesta corta es, porque pueden. Cuando ha existido el Patrón Oro, por ejemplo, los bancos centrales no pueden emitir más billetes de los que sean amparados por oro, plata o un conjunto de los dos. Si los bancos centrales tenían, por ejemplo 100 millones de pesos en plata en sus bóvedas, no podían emitir más que 100 millones de pesos en papel moneda. Ese papel moneda no era más que un pagaré amparado por algún metal precioso. En teoría cualquier persona que tuviera un billete, de digamos cien pesos, podía ir al banco central y cambiarlo por 100 pesos en plata. La moneda estaba amparada por oro y/o plata. El banco central no podía emitir más de lo que su capacidad para cubrir esos billetes le permitía.
Un caso similar eso como el que una persona no puede emitir cheques por una mayor cantidad de los fondos que mantenga en su cuenta. Si una persona emite cheques sin fondos, es decir, sin que esos cheques estén sustentados en dinero real, está cometiendo un delito y puede ir a la cárcel.
Con la desparición del patrón oro, se les permitió a los bancos centrales emitir la cantidad de dinero que decidieran sus directores, juntas de gobierno etc, sin la obligación de tener que cubrir con algo real esos billetes. Es como si nos dieran de pronto el permiso de emitir todos los cheques que queramos, aunque en nuestra cuenta no existan fondos.
El argumento de los gobiernos es que los bancos centrales, al estar manejados por profesionales honestos, experimentados e independientes de políticas e ideologías, manejan ese privilegio de imprimer billetes a discreción de una manera sensata y responsable.
Los ciudadanos comunes, que son los que producen los bienes y servicios que supuestamente amparan esos billetes y que pagan con sus impuestos los salarios de esos expertos, irán a la cárcel si giran cheques sin fondos. Si se les dejara hacerlo, comenzarían a gastar y gastar y gastar.
Los gobiernos, según los gobiernos mismos, no hacen eso. Pero la realidad es muy distinta. El efecto de aumento de precios como consecuencia del aumento de dinero que los gobiernos imprimen no se comienza a sentir sino un par de años después. Si los gobiernos quieren tener a sus súbditos, perdón, a sus ciudadanos contentos, especialmente en tiempos previos a elecciones, comenzarán a gastar más en subsidios para los campesinos, tapar baches en las calles, repartir dinero a los ancianos, incrementar su publicidad y en algunos casos, por si pierden las elecciones, a robar más. Se hacen más obras de infraestructura que demuestren lo efectivo del gobierno.
Lo anterior significa gastar más. Los gobiernos no producen riqueza. Los gobiernos viven de los impuestos que recaudan de los ciudadanos y si éstos no alcanzan para pagar los gastos, recurren a endeudarse. Otra forma más común es emitir más billetes. Dar cheques sin fondo. Esa es la inflación. Es querer pintar con colores brillantes una realidad gris. El problema es que la realidad sigue ahí, y en unos años la pintura se desvanece, claro que para entonces, los gobernantes serán otros, y es a ellos a quienes tocará resolver el problema, o de agravarlo.
La realidad sin embargo la pagan los ciudadanos, pues las cosas cuestan más. La inflación es un impuesto oculto. Es la forma de quitarle valor a nuestro dinero para pagar la ineptitud, soberbia y deshonestinad de nuestros gobernantes. El valor futuro de nuestra moneda es transferido en el presente a las arcas del gobierno y a los bolsillos de los gobernantes.
Un billete de mil pesos en un pedazo de papel con números. En un cheque, que en la antiguedad podía canjearse por algo real, como oro o plata.
Estos metales se utilizaron en la antiguedad, en lugar de billetes, para pagar bienes y servicios. ANtes de esto se usaba el "trueque", que era un intercambio de productos y servicios. SI el zapatero quería carne, le pagaba al carnicero con un par de zapatos. SI el carnicero quería arreglar su casa, le pagaba al albañil con unos kilos de carne. El problema de o anterior es que no todos tenían los productos o servicios que otros requerían a cambio de sus productos o servicios. Si el zapatero queria arreglar su casa, habría tenido que cambiar zapatos por carne, y luego pagar al albañil con esa carne.
Ese problema se solucionó a medias, encontrando un producto que fuera valuado por todos, que no se echara a perder fácilmente y que se pudiera dividir e intercambiar por si mismo. Se trató con trigo, café, cacao, plumas de quetzal etc. Pero los productos que demostraron ser los mejores para esta actividad, en la gran mayoría del mundo antiguo, fueron el oro y la plata. Especialmente el oro, que ya era apreciado desde antes se utilizaba en joyería y ofrendas, debido a su durabilidad, portabilidad, divisibilidad, etc, se comenzó a utilizar como medio de intercambio. Esto permitió que el comercio creciera y se expandiera pues el oro era apreciado, reconocido y apreciado en la mayor parte del mundo antiguo.
Fue tiempo después cuando los gobiernos inteligentes y sus cómplices, los bancos, propusieron a los ciudadanos de cuidarles su oro y plata en sus bóvedas, y en lugar de cargar pesadas monedas, podrían usar sus cheques. El dinero valía por su respaldo en estos metales que se guardaban en las bóvedas de los gobiernos.
El dinero, los billetes fueron una invención que basaban su valor en un producto, en este caso oro o plata.
El oro y la plata son un producto, que se utiliza en muchas ramas industriales, joyería, farmacéutica, electrónica, etc. Son productos reales y tangibles.
Por tanto , al igual que los demás productos, cuando hay un exceso de billetes en circulación, su precio aumentará. al igual que el precio de los plátanos, de las rentas, de los automóviles, etc.
Cuando el dinero comienza a perder su valor, los consumidores fomentan el circulo vicioso de aumento de precios comprando cosas, pues saben que éstas aumentaran su precio en el futuro, en lugar de ahorrar, pues el dinero en el futuro valdrá menos, no les alcanzará para comprar lo que pueden comprar hoy.
Pero la mayoría de esos productos caducarán, se consumirán, se gastarán, pasarán de moda o no podrán transportarse o venderse de manera fácil, como los bienes raices. La gente, en estas circunstancias busca canjear su dinero que cada vez vale menos, por cosas tangibles, que valgan por si mismas y que no pierdan ese valor por desgaste, uso, moda, etc.
Ese producto son el oro y la plata. Tradicionalmente el oro es utilizado más, pues al ser más valioso que la plata, una cantidad más pequeña de este metal vale mucho más que su equivalente en tamaño que la plata. Además el oro se conserva y transporta más fácilmente.
Por todo lo anterior es que el Oro es el medio ideal para protger el patrimonio de los efectos de la inflación y devaluación. Es un bien tangible, escaso, que vale por si mismo. Y lo más importante, es que conserva su valor. Esto quiere decir que aunque en terminos nominales su precio sea mayor, lo que en realidad suscede es que la moneda vale menos. Pero la prueba de lo anterior es que en términos generales, un gramo de oro tiene el mismo poder adquisitivo, es decir, puede comprar lo mismo que compraba hace cincuenta, cien o mil años. En cambio un peso de hace veinte años vale menos, no adquiere lo mismo ahora que entonces.